fbpx

INSTINTO MATERNAL

De pequeña nunca fui una niña que soñara con casarse y tener hijos. Yo iba a contracorriente, alejada de lo que la sociedad tacha de “normal”. Cuando empecé a tener relaciones siempre decía que si algún día tenía hijos, sería mínimo con 40 años porque antes quería disfrutar.
Pero la realidad es otra. Con 32 años soy mamá y sueño con volver a serlo.Y esto precisamente es lo que me tiene “loca” últimamente.

Tener a Tiago ya sabéis que nos costó mucho, y que fue nuestro pequeño gran milagro. Por eso, aunque sueño con poder darle un/@ hermanit@, sé que va a ser muy difícil.
Si os soy sincera, no pensé que las ganas de volver a ser mamá me iban a llegar tan pronto, pero sí, tengo el instinto maternal de nuevo en su máximo nivel.


Y en este momento es cuando en mi cabeza no para de repetirse la misma frase “la infertilidad es una mierda”. ¿Por qué ella tiene que ser la que decida mi “destino”?. Una mujer sin ningún tipo de “problema”, se pondría a buscarlo hasta que llegara (más tarde o más temprano), pero en mi caso, aunque lo busque sé que sería un nuevo milagro, y aún mayor que el de Tiago, por lo que las probabilidades de que esto ocurra son mínimas.


Y ahora estaréis pensando “Berta, tú siempre nos dices que los milagros sí existen”, y lo sigo diciendo, pero siendo consciente también de mi realidad.
Desde hace unas semanas me siento distinta. Siento que mi cuerpo está cambiando. No sé si la regla está cerca o no, pero en mis ovarios algo pasa. Y por eso he pedido cita para hacerme una revisión.


Hay días que me como el mundo y pienso que por qué no me voy a quedar embarazada de nuevo de forma natural y otros, alejo ese pensamiento de mi cabeza para no hacerme daño. Puede que incluso esté viviendo una etapa de revolución hormonal extrema que es la que está provocando este deseo en mí y dentro de un tiempo se esfume todo. Quien sabe.


Lo único que sé es que ahora mismo quiero volver a ser madre y no puedo. Y eso duele. Y hace revivir viejos demonios escondidos que luchan por hacerse con el control de mi cabeza. Hace unos días hasta soñé que estaba embarazada y teníamos la ecografía en la que escuchábamos por primera vez su latido. Era tan real, que me desperté viendo perfectamente en mi cabeza a ese bebé creciendo dentro de mí.


Veo embarazadas por todos sitios y vuelvo a sentirme mal (no al mismo nivel que en aquel momento). Muchas de vosotras, que estáis en plena búsqueda de vuestro bebé, probablemente pensaréis que soy una egoísta porque ya tengo a Tiago. Pero como se suele decir “una cosa no quita la otra”. Sí, soy una afortunada por tener a mi pequeño terremoto, pero duele lo mismo. Porque el control de mi vida y mis deseos no lo tengo yo, sino la infertilidad.


Necesitaba compartirlo con vosotras, decirlo en alto y escribirlo me ayuda y puede que alguna de vosotras se encuentre en una situación similar.
Seguro que llegados a este punto, puede que os preguntéis si voy a intentarlo, y la respuesta es SÍ. Los límites para mí están prohibidos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta página web solo usa cookies con tu consentimiento explícito El acceso a este sitio Web puede implicar la utilización de cookies propias y de terceros. Usamos cookies para darte un mejor servicio. Antes de seguir navegando, puedes cambiar la configuración u obtener más información consultando la política de cookies. En cualquier momento, puedes cambiar el consentimiento tal y como se explica en el apartado "Deshabilitar, rechazar y eliminar cookies” ACEPTAR

Aviso de cookies